"SCARED CHILD"


 Así me referí a mi mismo cuando una vez me preguntaron, el por qué lo hice en inglés es otra historia. Y es que desde pequeño he sido siempre un niño muy miedoso; el bullying dejó una huella en mi muy profunda, y seguramente sus consecuencias me acompañarán el resto de mi vida. Pero no estoy aquí hoy para llorar, porque uno es lo que hace con lo que hicieron de él, como diría Sartre. Evidentemente tampoco me ha pasado lo peor del mundo. El trauma, en menor o mayor medida, es algo con lo que todos lidiamos desde que nacemos.

En mi vida he tenido oportunidades de cambiar mi situación, y algunas las he aprovechado mejor que otras. Siempre quise ser como Zoro Roronoa, un personaje sin miedo a nada ni a nadie, valiente, fuerte... Y durante un tiempo quise creer que era así. Pero, madurando, me di cuenta de que en realidad mi homólogo era Ippo Makunochi, al que se puede ver en la imágen. Un chico tímido, asustadizo que soñaba con volverse más fuerte, en todos los sentidos. Sin ningún atributo físico o psicológico que le hiciese destacar, Ippo se limita a complacer a su familia siendo buen estudiante y a aguantar, con estoica resignación, las diversas putadas que la vida (y sus compañeros) le regalan. La historia cambia cuando se apunta a la escuela de boxeo Kamogawa, donde emprende un largo camino hasta convertirse en boxeador profesional.

Como se puede intuir, llegar a cumplir su sueño no es el fin de la película. Se acaban unos problemas y empiezan otros. Me gusta pensar que soy como Ippo y que, a pesar de los problemas que afloran en la vida cotidiana, seré capaz de enfrentarlos sin dejar que el miedo, en cualquiera de sus variantes, domine mi vida. Hay muchas cosas que me ayudaron, mi familia, amigos, exparejas, la filosofía, el deporte...

No se muy bien qué más escribir al respecto. Volveré cuando tenga algoejor que contar, probablente algo relacionado con la filosofía. Concluyo esta entrada con una defensa a ultranza de todo lo referente a las artes marciales, ya que estas no solo han formado parte de nuestra vida y nuestra forma de estar en el mundo más primaria, en tanto que fueron una actividad necesaria en tiempos pretéritos, sino que hay algo más; existe algo misterioso y fascinante que envuelve las marcas que la violencia deja en nuestro cuerpo.

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