Ismael García

    Durante la E. S. O y en los años de bachillerato me he topado con dos profesores distintos de filosofía: el primero se llamaba Félix, a quien tuve en las asignaturas de ciudadanía, ética e historia de la filosofía; el segundo, Carlos, solamente me impartió la asignatura de filosofía de primero de bachillerato. Ciudadanía y ética no tuvieron en mi demasiado impacto, ya que se trataban prácticamente de una suerte de misas laicas, donde el profesor daba la consabida homilía. No fue hasta primero de bachillerato que tuve mi verdadera primera toma de contacto con la filosofía, y esta no fue precisamente buena. No recuerdo demasiado bien qué se dio aquel año, más allá de que vimos algunos temas relacionados con la biología, la lógica y la ética. Puede que fuese por falta de madurez, de motivación o simplemente de interés, pero nunca me llamó la atención nada de lo que di en aquellas clases; la pregunta que yo me hago ahora es ¿tuvo el profesor algo que ver con ello? La crítica más

En California en el año de 1967, el  profesor Ron Jones  realizó un experimento psicológico con sus alumnos basándose en el origen del nazismo y su fanatismo, esto lo hizo famoso. En 1981  Morton Rhue ,  inspirado en este episodio escribió  La Ola.  ¿ Es posible que se genere una dictadura totalitaria durante una democracia?, pregunta el profesor Reiner Wagner a sus alumnos. Ellos responden que “no” y él les propone el experimento. En una escuela de Alemania, el profesor debe dictar un seminario sobre Autocracía en contra de su voluntad y decide, a fin de hacer más interesante el curso, realizar un experimento pedagogico con sus alumnos.  Con un desenlace trágico, la película nos propone varios interrogantes como por ejemplo: ¿Es posible que se instalé una dictadura en democracia sin pasar por un golpe de estado?, ¿Cuanto se puede limitar la democracia sin convertirse en dictadura existiendo toda una escala de grises en la que nos jugamos nuestra libertad?, ¿Cuáles son las condicione

Lo que contaba en la entrada sobre la educación en 2030 deja bastante claro mi descontento con algunos aspectos del panorama intelectual contemporáneo. He estado pensando qué cosas se podrían mejorar y la lista, sorprendentemente, no es muy extensa: 1- La labor del profesor. 2- El plan de estudios 3- La forma de evaluar Escojo estas 3 porque me parecen las más sencillas de conseguir, sin embargo, el verdadero problema es cómo se consigue el cambio. Ya dije que la función del profesor debía ser la de servir de acompañante hasta el conocimiento, o que los planes de estudios tienen que ser más personalizados. Hasta ahora no había hablado de los métodos de evaluación, pero estos tengo cada vez más claro que tendrían que ser más bien de evaluación continua.  Todo esto está muy bien, pero me da la sensación que las cosas que tienen que mejorar son bastantes más que las que he mencionado. En cuanto a cómo mejorar, me temo que no puedo dar una respuesta clara; creo que por el momento las soluc

Tu forma de ser y estar en el mundo cambia completamente cuando decides empezar una transición. Si bien, esto no es que sea una situación conflictiva en sí misma, la realidad es que un cambio de esa magnitud no es un camino de rosas para nadie. Pero hoy no voy a centrarme en hablar de lo que supone para uno mismo, sino en cómo lo viven los demás. Hay una cosa que es cierta: hoy en día y cada vez más, este tipo de cosas están mejor vistas que hace 5 años, que hace 10, que hace 20... por mucho que desde ciertos colectivos sea conveniente pensar lo contrario y meter miedo (cosa que cualquier institución con intereses políticos hace, apropiarse de ciertas luchas y crear problemas para generar redes clientelares), hoy en día asistimos a un momento de auge de los Derechos Humanos sin precedentes. Evidentemente, no hay que olvidar el pasado si no queremos volver atrás. Sin más demora, vamos a pasar a la situación. Pongamos el caso más conflictivo: un chico sale del armario como mujer trans; p

Si en una de las pasadas sesiones hablaba sobre la función de un profesor,  hoy toca hablar de las funciones de un tutor. Puede que la entrada de hoy sea la menos filosófica que he hecho, pero tampoco es necesario buscar siempre un tema rebuscado del que hablar. Cuando hablaba de la función de un profesor, lo que más tenía en cuenta en ese momento es la manera en que este debe transmitir el conocimiento, sin embargo, al menos hoy en día, lo que entendemos por tutor va mucho más allá.  De entre todas las características que un buen tutor debe tener, a saber, conocimiento de sus alumnos, buena relación con los demás, etc. la que más se podría destacar es la capacidad de despertar admiración. Esto podría decirse que se consigue a través de la confianza en uno mismo (una que se cultiva a lo largo de los años y conforme se adquiere experiencia) el sentido de la responsabilidad, la madurez intelectual y emocional, los logros objetivamente importantes y relevantes para tu trabajo que se hayan

Roxana Kreimer, una filósofa a la que respeto mucho, decía que no tener en cuenta nuestra naturaleza puede llevarnos a hacer muy malos diagnósticos sociales. Voy a ser claro: estoy hasta los cojones del reduccionismo. Hoy en día, en lo que respecta a la visión del ser humano, las corrientes sociológias radicales son consideradas moderadas, sin embargo las posturas más inclinadas a pensar que somos una mezcla entre cultura y biología son vistas como radicales. No se cómo será la educación en el 2030, pero sí se cómo me gustaría que fuese; la gran mayoría del mundo vive de espaldas a una realidad evidente: el ser humano, por mucho que nos empeñemos, es un animal.  Así pues, quiero pensar que dentro de algo más de 8 años, la negación moderna de la naturaleza humana será algo que quedó atrás. Si desterramos definitivamente la visión empirísta del niño, es decir, la que los toma como una tabula rasa , avanzaremos hacia un modelo más realista y hacia métodos que realmente den con la clave a

Es posible que esta sea ,hasta el momento, la entrada más extraña que he escrito. Por si alguien aún no lo ha notado, he procurado que cada uno de los temas de este blog relacione uno o varios filósofos con temas de educación. Así pues, paso a hablar de Nietzsche.  Nos encontramos en la época de la posmodernidad, concepto impreciso donde los haya, sin embargo, existe una especie de sensus comunis en aceptar que posmodernidad implica fin, desconfianza en la razón que ha demostrado que sus logros no son solo progresos y que los proyectos de emancipación del ser humano propios de la Ilustración han entrado en crisis. Es, en último término, como afirma Lyotard, el fin de los meta-relatos. Aquí nos situamos, en el fin de la historia , en palabras de Fukuyama. Nietzsche no era un posmoderno, pero sus ideas son las predecesoras a este momento histórico; él veía ya en su propio tiempo el fin de una civilización cuyos valores, que antes habían dominado, ahora están muertos. Entonces, el mundo y

Voy a hablar de mi experiencia en este mundo y al final sacaré unas reflexiones finales. Para empezar, voy a dividir mi paso por el activismo en varias fases: 1) fase previa (2013-2014) 2) fase de máxima actividad (2015-2018) 3) renuncia (noviembre de 2018) 4) vuelta al activismo (finales de 2019). Bien, empezando por la primera fase, fase previa, ¿qué puedo decir al respecto? Hay una parte de mi aquí que he de contar, porque es fundamental para entender el resto: soy transexual. Salí del armario como tal en 2014, pero antes hubo algo que me impulsó a dar ese paso en ese momento: un documental sobre un chico trans llamado "mi cuerpo secreto" (aún está en youtube). Eso me hizo darme cuenta de que, tarde o temprano, tendría que decirle a la gente que era un hombre, así que ¿por qué alargar más el momento? Una vez tomada la decisión, me puse en contacto con la primera persona transexual que conocí en persona, y más adelante conocí a muchas más, lo cual me hizo pasar a formar par